INDRA DEVI RAYOS de LUZ de AMOR inspiracion Nombre del Blog

RAYOS de LUZ de AMOR  aqui aclaramos más adelante la inspiracion Nombre del Blog

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El Nombre de este BLOG
                          http://rayos-de-luz-de-amor-eterno.blogspot.com/

se inspiró en la frase que repetía INDRA DEVI
Ella decía que cada vez que veíamos una discusión, problema,
Alguien llorando sobre todo si era un bebe o un niño
Había que enviarle RAYOS DE LUZ DE AMOR
A quien estuviera cuidando a esa criatura

*Nota de la editora:
Y alguien me preguntó desde donde
Enviar esos rayos de luz de amor:
… Desde tu corazón , desde lo Superior
Desde el Gran SOL Central, desde EL SER en lo Infinito
Desde Cristo, LKa Virgen, desde tu Maestro Interior
Desde el lugar que más te brote AMOR PURO
Comunicándose desde
 tu SER al Ser de quien quieran enviar ese AMOR  PLENO

Los artículos que siguen fueron tomados de la web de la Fundacion Indra Devi
Gratitud y PAZ  ella era seguidora de Sai Baba al igual que sus fundadores
que asisten al Centro  SAI

YOGA
En la web de la Fundación Indra Devi
Donde dice Hatha Yoga La Clase Básica están muy bien explicadas las posturas
Con dibujos y algunas tienen videito



Prana y cuerpo pránico

"Cada ser vivo posee prana; esta energía tiene influencia
en el agua, en el sol, en el aire, en los alimentos,
y circula por nuestro cuerpo.

Todos los seres humanos pueden aumentar esta fuerza
cósmica cuando quieren, mediante la respiración
y los ejercicios respiratorios del Yoga."

Mataji Indra Devi

GRANDES MAESTROS

Sai Baba, el Maestro que conquistó a Occidente

"Practica el silencio. Porque la voz de Dios se puede oír en la intimidad del corazón sólo cuando la lengua está acallada...
El silencio es el habla del buscador espiritual. El habla suave y dulce es la expresión del amor genuino. El odio aúlla, el miedo chilla, la presunción pregona; más el amor arrulla, apacigua, aplica bálsamo."

Padre Ismael Quiles, el Yoga cristiano

“Del fondo de la angustia existencial surge un impulso para superar nuestras limitaciones y apoyarnos
en un Absoluto... en Dios.”

Después de Vijoyananda y su centro de la Ramakrishna Mission, y de Shivapremananda con el centro Sivananda Yoga Vedanta, el tercer protagonista de la difusión del Yoga en la Argentina es un jesuita, el padre Ismael Quiles.

Había nacido en España en 1906, llegó a la Argentina en 1932, y aquí se radicó, sintiéndose argentino por opción y convicción, hasta su muerte, a los 87 años. Se doctoró en filosofía, fue profesor de metafísica, rector de la Universidad del Salvador, conferencista en varios países de América latina y de Europa, y escritor fecundo. Sus estudios universitarios no lo prepararon directamente para que fuese un orientalista. Hasta los 54 años su producción científica, bastante extensa, fue de carácter filosófico. En 1960, bajo el auspicio de la UNESCO, viajó por primera vez a Oriente donde cumplió un extenso programa de conferencias en varias universidades de Japón, India, Taiwan, Filipinas e Indonesia. Ese mismo año se dedicó al estudio de la filosofía budista durante seis meses de estadía en Japón y al estudio del hinduismo en los tres meses que estuvo en la India. En 1962, participó como delegado del gobierno argentino en la XII Conferencia General de la UNESCO en París. En 1967 fundó la Escuela de Estudios Orientales en la Universidad del Salvador, y en 1974 el Curso Superior de Yoga, vinculado a la Escuela como extensión universitaria para preparar instructores. Su finalidad era el estudio con métodos y rigor científico de los fundamentos históricos, filosóficos, religiosos y psicológicos del Yoga y de sus técnicas. Estaba estructurado en dos años, con diez horas semanales de clases, con turnos de mañana y tarde. Se añadió, después, un tercer año de perfeccionamiento.

Validez y cuestionamiento del Yoga

Las ideas que tenía el Padre Quiles sobre el Yoga y que él puso como base de sus cursos, quedan reflejadas muy claramente en su libro Qué es el Yoga, el cual ha tenido varias ediciones.
Como punto de partida reivindica la validez del Yoga “sin duda alguna saludable para el cuerpo y para la psique, con una experiencia milenaria durante la cual ha realizado hallazgos y experiencias interesantes”. Lo valora sobre todo como liberación de todos los impedimentos que esclavizan el alma y le quitan su poder, su felicidad y su dignidad divina.

Lamenta, sin embargo, que “no pocas instituciones, bajo la etiqueta del Yoga, están explotando el esnobismo, la superficialidad y credulidad popular ofreciendo curaciones milagrosas y poderes sobrenaturales”. Para salir de esta situación el Padre Quiles volvió a los autores y textos clásicos del Yoga (Patanjali y el Gita), sacó conclusiones de las experiencias recibidas, de las visitas a los mejores centros de Yoga de la India y de los estudios científicos de los mejores orientalistas occidentales.

Yoga para los cristianos

Su finalidad principal fue la de responder a las inquietudes y objeciones de muchos católicos que consideraban el Yoga como incompatible con su fe. Por eso distinguió dos aspectos: el conjunto de técnicas psicofísicas que apuntan al equilibrio del cuerpo y el espíritu; y la doctrina filosófico-religiosa de los textos clásicos y de los principales maestros hindúes.

El primer aspecto prescinde de cualquier interferencia religiosa, y puede ser practicado por todos. Efectivamente, en su historia, el Hatha Yoga fue utilizado en varios contextos filosófico-religiosos: el samkya, el vedanta advaita y dual, el tantra y el budismo. Nada impide que pueda ser adoptado por los cristianos en armonía con su misma tradición. En realidad, no faltan en el cristianismo, técnicas y prescripciones relativas al cuerpo (posturas, respiración, dieta, ayuno entre otros). El Padre Quiles las recuerda y las cita en particular en los Ejercicios espirituales, y reconoce que el Yoga profundizó más en estas técnicas, en estrecha relación con la salud del cuerpo y la concentración mental.

En cuanto a la parte filosófico-religiosa, observa que debe ser respetada por todos los católicos, ya que el cristianismo no niega lo valioso que existe en otras culturas. Las analiza y compara con la doctrina cristiana, encuentra muchos puntos de contacto y diferencias a las que cada practicante de Yoga debería ser fiel.

Un precursor

El Padre Quiles tiene el gran mérito de haber introducido el Yoga en la universidad, especialmente en una universidad católica, demostrando que no existe oposición entre la práctica del Yoga y el cristianismo.

No sólo promovió el estudio de los textos del Yoga clásico y del hinduismo, sino que también envió alumnos a estudiar en centros de Yoga de la India y abrió las puertas de la universidad a los Swami Chidananda, Shivapremananda y al doctor Garothe de la Escuela de Lonavla. Quería preservar siempre dos cosas: la severidad científica y la sinceridad religiosa, aunque fuese distinta de la suya. Actualmente, además del “Curso Superior de Yoga”, existe en la Licenciatura de la Escuela de Estudios Orientales, una expertura en Yoga.
Es imposible encerrar en una breve nota una personalidad tan poliédrica como la del Padre Quiles. Fue uno de los filósofos más destacados de los últimos cuarenta años, pero el aspecto que más lo distingue fue el aporte decisivo que dio al diálogo entre Oriente y Occidente, entre el cristianismo y las otras religiones. Si pensamos que comenzó a trabajar en este sector hace más de treinta años, fue un precursor y, como todos los precursores, no siempre fue bien entendido.
Entre sus más de cincuenta obras merecen ser recordadas por su relación con el Yoga “El hombre y la evolución según Aurobindo y Teilhard” y ”Cómo ser sí mismo”. Por último el libro “Filosofía budista” (525 páginas, III Edición, 1997).

Walter Gardini

Ramana Maharshi,
el hombre santo de la India cuyas palabras conmovieron a Occidente
Fue uno de los más grandes sabios contemporáneos de la India. Su vida es un verdadero ejemplo de realización y plenitud.

Ramana Maharshi nació el 29 de diciembre de 1879 en Tiruchuli, en el estado de Tamal Nadu (ex Madrâs, al sur de la India). Fue uno de los hijos de un abogado rural llamado Sundaram Ayyar y recibió el nombre de Venkatarâmana, del cual Ramana es una abreviatura. A los diecisiete años, sin la ayuda de ningún gurú, tuvo su primera experiencia mística y desde entonces vivió en
 permanente conciencia de identidad con el Absoluto (Brahman).

Dos meses después de esa experiencia, tomó la firme determinación de viajar a la montaña sagrada de Arunachla. Al partir, le dejó una nota a su hermano explicándole los motivos de su determinación: “Tal como Él me lo ha ordenado, voy en busca de mi Padre. Me he embarcado en una virtuosa empresa, por lo que nadie debe llorar este acto ni gastar dinero en mi búsqueda”.

A partir de ese momento, Ramana emprendió la senda del renunciamiento. Tardó tres días en llegar a su destino y pronto encaró una intensa ejercitación espiritual. Pudo sobrevivir gracias a la bondad de algunos sadhos y peregrinos que se encargaban de protegerlo, ya que pasaba la mayor parte del tiempo en éxtasis.

Tras años de mudo retiro en la montaña, retomó finalmente a la palabra para responder a los que acudían de todas partes a preguntarle sobre la vida espiritual. En Tiruvannâmalei se formó un ashram en torno a su persona. Ramana no seguía ningún sistema tradicional, sino que hablaba según su propia experiencia inmediata de la no-dualidad (advaita). Su manera de enseñar consistía en responder sin circunloquios a quien le preguntaba, remitiéndole constantemente al Sí-mismo, para cuya realización recomendaba la infatigable búsqueda a partir de la pregunta: “¿Quién soy?”.

Durante varias décadas impartió la enseñanza del Ser, la mayoría de las veces con el silencio elocuente. Apenas escribió y sus enseñanzas fueron recogidas por visitantes y discípulos; en estos textos están plasmados sus diálogos, algunas instrucciones dadas a sus alumnos y unas pocas canciones religiosas.


Poco tiempo después, al despedirse de sus discípulos, afirmó: “Los occidentales tienen una palabra ‘gracias', pero nosotros decimos: ‘me siento complacido'”.

El 16 de abril de ese año, poco después del atardecer, extenuado pero con una sonrisa en el rostro, se extendió en su cama y dejó la vida terrenal. Hasta hoy ese lugar es un punto de peregrinación al que acuden personas de todas partes del mundo y la presencia de Ramana es tan fuerte como si él aún estuviera vivo.

La mente es inquieta por naturaleza. Empiece a liberarla de su inquietud; déle paz; líbrela de distracciones; instrúyala para que mire hacia adentro; convierta esto en un hábito. Esto se efectúa ignorando al mundo externo y eliminando los obstáculos para la paz de la mente.Extractado de Indra Devi, Yoga y Salud, Tomo I.
Los artículos  fueron tomados de la web de la Fundacion Indra Devi
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Ho'oponopono  4 palabras que sanan lo Siento por favor perdoname te amo y gracias



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