Espiritu Alma Mente Consciencia Crística


El Espiritu y El alma -  
la Mente

los deseos y el despertar  de la Consciencia Crística

John Baines ·Los brujos hablan
Dedicado a los buscadores sinceros de la verdad
y a todos los que anhelan liberarse del error, la ignorancia, la mentira y el dolor.
                                                                                                     J. B.
¿Qué es la verdad? La verdad es lo que es. Es el objeto en sí desprovisto de mirajes personales. Solamente se puede llegar a la verdad alcanzando la, facultad de percibir y razonar objetivamente,
En el antiguo Egipto el estudio del ocultismo era privilegio de sacerdotes y faraones. Es allí precisamente donde aparece Hermes Trismegisto, considerado el padre del ocultismo moderno, quien sintetizó la sabiduría rosacruz en siete principios, llamados los siete principios herméticos, que son la base del ocultismo y clave de todos los fenómenos. Éstos son: mente, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo, causa y efecto, generación.
·         Mente: “todo es mente” (todo es energía) “El universo es mental”.
·         Correspondencia: “como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”.
·         Vibración: “nada está inmóvil; todo vibra”.
·         Polaridad: “todo es doble, todo tiene su par de opuestos, los extremos se tocan”.
·         Ritmo: “todo existe en un flujo y reflujo, una acción y una reacción, un avance y un retroceso”.
·         Causa y efecto: “nada ocurre casualmente; todo sucede de acuerdo con una ley”.
·         Generación: “la generación se manifiesta en todo; todo tiene un masculino y un femenino”.
El estudio detallado de estos principios es una verdadera llave maestra que abre las puertas de todos los conocimientos.

La Naturaleza oculta en su seno los secretos más grandes de la vida, y aquél que siguiendo las enseñanzas de Cristo “se vuelve como un niño” puede leer en ella como en un libro abierto.
Los requisitos para hacerse merecedor a la enseñanza de esta ciencia son: tener un ideal impersonal en beneficio de la Humanidad; practicar el amor, la fraternidad y la igualdad para con todos los seres humanos sin distinción de clase, raza o color, y desear fuertemente la superación moral y espiritual y el dominio sobre las pasiones.

Despertarse
Desde su nacimiento hasta su muerte el individuo vive en el más profundo de los sueños, y todo lo que le sucede “lo sueña”. Cree estar despierto; está solamente soñando. Cree ser libre; está soñando con su libertad. Cree tener voluntad propia y solamente sueña.
La conciencia no existe para el hombre vulgar, ya que es una máquina perfecta, total y completa. Solamente al darse cuenta de su estado maquinal se abre para él la posibilidad de llegar a obtener libertad, voluntad y conciencia.
 El hombre nada hace por propia iniciativa, todo “le sucede” simplemente, tal como llueve, sale el sol y sopla el viento o hay calma.
 Reacciona ante cualquier situación exactamente como una máquina que al recibir un estímulo inicial realiza un trabajo conocido y delineado de antemano.

… en un libro es imposible explicar los métodos
pero los meDIOs están …
Solamente puede decirse que mediante el adecuado manejo de ciertas fuerzas es posible provocar una completa apertura del subconsciente, tal como si alguien abriera una naranja para observar lo que hay en su interior.

EL ESPÍRITU Y EL ALMA

Existe una gran confusión con respecto a lo que es alma y espíritu.
Generalmente se les identifica. Veamos lo que dice la filosofía rosacruz al respecto.
El hombre es un espíritu que habita en un cuerpo y que tiene un alma.
 Espíritu se es, alma se tiene.
El espíritu es la parte divina, inmortal y eterna, la chispa divina o emanación de Dios que portamos en lo más profundo de nuestro ser.
 Ésta es la fuerza de Dios, la luz eterna e inextinguible que nos ilumina en los momentos cruciales de nuestra vida. Podríamos comparar a Dios con una gran masa de agua, que al girar vertiginosamente hubiera desprendido millones de chispas o gotas de agua. Cada una de estas gotas equivale al espíritu de un hombre. Por lo tanto el hombre es un espíritu encarnado en un cuerpo.
El alma es la parte animal inteligente, o sea, lo que llamamos personalidad, que se forma gradualmente como producto de la unión espíritu-cuerpo. Cuando un sujeto tiene pena o sufre un estado de profunda tristeza, generalmente es el alma la que está sintiendo esto. En cambio, cuando alguien dice: “yo soy el que soy” es el espíritu el que se está manifestando.
La meta máxima consiste en realizar el maridaje entre alma y espíritu, para lo cual es necesario cultivar el alma dándole conciencia e inteligencia. Es como un animalito o niño pequeño al cual debemos imponer nuestra voluntad para enseñarle a obedecernos en todo momento, y no ser nosotros los que obedezcamos a la parte animal.
Cuando el alma adquiere conciencia e inteligencia podemos actuar a voluntad con las fuerzas de la naturaleza.
La ley de correspondencia dice:
 “como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”.
Aplicándola a este caso particular, podemos afirmar que todo lo que está dentro de nosotros está también fuera y, por lo tanto, aquél que conquiste su naturaleza interna alcanzará también el dominio de la externa.
La alquimia, arte tradicional del ocultismo, enseña a transmutar los metales viles en oro. En el aspecto espiritual esto simboliza la transmutación de las bajas pasiones en virtudes. El alma que se desprende de la escoria de los sentimientos y pasiones desenfrenadas es cual refulgente escudo de oro que acoraza al individuo en contra del mal y la miseria humana.
Como una manifestación del alma podemos apreciar el sello característico que el alma colectiva familiar imprime en todos sus integrantes. Sus facciones no solamente llevan un parecido físico, sino que también algo que llamamos “aire de familia”, algo que se siente en el ambiente al tratar a alguno de ellos. Esta alma colectiva puede convertirse en algunos casos en un verdadero tirano egoísta y pasional que trae desgracia y miseria a los integrantes de este núcleo. Si existe armonía y perfecta unión puede brindarles prosperidad, protección, riqueza y felicidad.
En el aspecto colectivo es interesante observar el alma de un país. Todos sus habitantes tienen una iDiosincrasia similar, una manera de ser especial que no nace de la vida conjunta. Todos los extranjeros que llega son rápidamente tomados por esta fuerza colectiva y adoptan con presteza el aire regional hasta llegar a simular nativos. En esta alma colectiva gravitan todas las emociones, instintos, pensamientos y pasiones del pueblo, y es a causa de esto que para poder triunfar en cualquier sentido, para superar la mediocridad, es necesario elevarse por sobre la vibración de esta alma colectiva, sometiéndose a una férrea disciplina personal.
Así como el ser humano tiene alma, también la tienen los animales, las plantas y aun los minerales, ya que la vida está en todo. Tal como afirma el principio hermético de vibración “nada está inmóvil, todo vibra”.
Al hablar del alma debemos considerar el corazón, centro de la vida anímica y emocional. Grandes loas se han elevado en su homenaje y se considera algo muy acertado actuar según sus dictados. La verdad es que el corazón, mientras no ha sido educado debidamente, es el gran enemigo del ser humano ya que lo empuja constantemente a cometer errores. El corazón es como el alma de un niño, capta inmediatamente cualquier vibración o fuerza que tenga la virtud de impresionarlo e impulsa al individuo a cometer actos de los cuales tendrá que arrepentirse posteriormente. El mundo invisible que nos rodea es un receptáculo donde vibran buenos y malos sentimientos que son captados y tomados como propios por el corazón en momentos de expansión. Posteriormente la mente sufre grave perturbación a causa de estos estados emocionales. Podemos así observar que tanto el amor como el odio son ciegos. Un hombre enamorado lo perderá y sacrificará todo por la mujer a quien ama. El que odia lleva en sí el germen de su propia destrucción.
El amor debe ser guiado en todo momento por la razón, a fin de que sea una fuerza positiva para el individuo. De lo contrario es una fuerza tan ciega como el odio. Desde luego, es infinitamente mejor un hombre que ame a otro, que odie, pero es necesario saber amar. Amar impersonalmente sin egoísmo. ¡Qué pocos conocen el verdadero amor! Una mujer se enamora y cree con esto que ella ama. Generalmente el supuesto amor es un engaño del corazón. Es una embriaguez de magnetismo psíquico que produce una especial euforia a la cual han llamado amor. Cuando se satisface el deseo de posesión y pasa la embriaguez se termina este falso amor. Ésta es la causa común de los fracasos matrimoniales. Una pareja se casa muy enamorada y descubre después de un tiempo que sólo los une el hábito y un contrato civil. Esto es muy natural ya que las pasiones humanas son como el viento que primero sopla y después se calma.
Solamente al amor que nace de una perfecta unión entre corazón y cerebro lo podemos llamar verdadero. Este amor es inmortal y eterno porque está dentro del campo vibratorio del espíritu, y todo lo espiritual es sagrado, divino, eterno e inmortal.
La clave de muchos secretos se encuentra oculta entre líneas en lo que hasta aquí se ha expuesto. El que sepa leer y comprender podrá utilizarlas. La sabiduría es incomunicable, solamente se pueden dar las bases para estudiar y realizar.

LA MENTE

La mente es la varita milagrosa del hombre.
 Es el juguete maravilloso con el que se puede llegar en milésimas de segundo al más lejano planeta, ya que la distancia y el tiempo no existen para la mente. Es una especie de fantástico sombrero de mago de donde podemos extraerlo todo.
Uno de los principios herméticos dice:
 “todo es mente, el universo es mental”.
Al comprender que todo lo que existe en estado material es solamente energía-mente que bajó su onda vibratoria hasta solidificarse, podemos darnos cuenta de la importancia del estudio y educación de la mente.
El cerebro es similar a un radiotransmisor que estuviera constantemente emitiendo y captando ondas de radio.
 Por supuesto las ondas del pensamiento son muchísimo más sutiles y poderosas.
 Todo pensamiento es energía electromagnética de alta vibración.
 El cerebro es un poderoso generador de energía, cuya onda vibratoria depende del grado de cultura y desarrollo intelectual del individuo.
A causa de esto es muy difícil que un hombre de onda mental larga comprenda a otro de onda mental corta. A veces se originan interminables discusiones entre dos personas que sostienen lo mismo, pero que no se entienden por tener diferente vibración.
En la mente tenemos la puerta de entrada a lo que conocemos con el nombre de cuarta dimensión o plano de la energía.
 Todo lo que puede ser imaginado por el hombre es una realidad en el plano de la energía y por lo tanto puede llegar a realizarse en el campo material. 
 Al pensar se produce una emisión de energía electromagnética que da origen a un ser poseedor de cierto grado de conciencia que vivirá en el plano energético. Este ser tendrá una conciencia en relación al estado mental y anímico del individuo en el momento en que lo generó, y pasará a constituir un verdadero hijo. Todos nuestros pensamientos habituales son nuestros hijos mentales, que como todo hijo tienen que alimentarse de sus padres. De acuerdo con esto podemos comprender la verdad de aquel aforismo que dice: “según lo que un hombre piensa así es él”.
Estos hijos mentales son los que decidirán el destino futuro del individuo, como asimismo los que le traerán “buena o mala suerte” de acuerdo con su calidad vibratoria. Hay veces en que al encontrarnos con una persona experimentamos una gran tristeza o estado depresivo y esto se debe a que captamos su conjunto vibratorio de hijos mentales, que en este caso particular es de carácter negativo.
Ante otras personas nos sentimos alegres y confiados y se nos levanta el ánimo.
Es de vital importancia seleccionar cuidadosamente nuestras amistades, evitando en todo momento a los que poseen una irradiación negativa de carácter pesimista o fatalista, ya que en todo encuentro o conversación se produce un intercambio de magnetismo y de materia mental. En el plano de la mente todo pensamiento es algo material, tan concreto como puede serlo una piedra o una silla en el mundo físico. Si pudiéramos ver en el plano mental percibiríamos a cada individuo rodeado de formas mentales acordes a su vibración particular o dominante. En un sujeto pasional o fuertemente instintivo veremos tigres, toros, hienas, etc.
 Un hombre lleno de amor hacia los demás emitirá constantemente pensamientos en forma de hermosas flores y plantas. Un avaro en cambio semejará un pulpo con gran número de tentáculos. Otro cerrado a toda idea nueva tendrá la forma de un cubo.
Si una persona pudiera en un momento dado concentrar todas sus energías mentales en un solo propósito podría lograr milagros.
 En la práctica vemos que nuestra mente pasa vertiginosamente durante el día de uno a otro pensamiento, y que no descansa ni siquiera en la noche durante el sueño. Este continuo vagar produce un fantástico despilfarro de energías al producirse en el sujeto un estado de dispersión energética.
A fin de formarnos una vida mejor debemos alcanzar dominio sobre la imaginación para no crearnos un destino duro y negativo, ya que todo pensamiento tiende a materializarse. El que imagina que es perseguido por la mala suerte, por ejemplo, se coloca en un estado de negativismo que le acarreará desgracia y miseria. El que se tiene a sí mismo en poca estima, traspasará este sentimiento a los demás, quienes íntimamente lo despreciarán.
Uno de los hábitos mentales más nocivos es aquél de reclinarse en un sillón a soñar, dejando vagar libremente el pensamiento. Esta costumbre equivale a abrir la puerta de la mente al océano de las vibraciones mentales desde donde puede llegar un estado depresivo o de cólera. En el éter que circunda la tierra vibran al igual que las ondas de radio los pensamientos de todos los habitantes del planeta. Nunca puede saber un hombre si lo que piensa se gestó en su propio cerebro o fue captado desde el exterior.
Es necesario educar la imaginación para que dé cabida solamente a pensamientos bellos, positivos, y optimistas; a pensamientos de éxito, paz, y prosperidad. De este modo nos pondremos “en onda” con todo lo bueno y positivo cerrándonos a la influencia del mal.
Quien sea capaz de mantener un cuadro mental fijo en la imaginación sin que sea borrado por otros pensamientos logrará maravillas, ya que mente es materia y materia es mente, es decir energía y materia son diferentes manifestaciones de mente.
En el campo energético la mente es como un ovoide que circunda la cabeza, ovoide cuyo tamaño estará en relación al campo conceptual del individuo.
Este ovoide es igual a un campo cerrado de energía electromagnética que se abre en una determinada dirección al pensar intensamente.
Todas las enfermedades y trastornos de la función mental tienen su origen en la invasión de este ovoide por fuerzas  negativas, extrañas al sujeto.

(Nota del Ser de la editora:
 el libro aclara que pasa con estas energías y comenta que si uno se mantiene firme 'como individuo puro, bien posesionado de sí mismo, de fuerte voluntad y carácter magnético o solar' evitará esa invasiones de energía'
Obviamente hoy en día podrás realizar la NADA y dejar que tu SER medite en vos y de essa manera estarás siempre protegido/a con AMOR y LUZ , tratando de estar cerca de la Naturaleza, con amistades ejercicios distracciones, meditando y contemplando tu SER se expresará en libertad y Armonía)

LOS DESEOS
Múltiples y variados son los deseos que se originan en el ser humano.
 El desear algo es tan habitual y natural como respirar.
El deseo es otro de los caminos a través de los cuales el hombre despilfarra su energía mental. Si nos observamos atentamente veremos que en un solo día deseamos infinidad de cosas sin mayor importancia.
Si nos abstuviéramos de estos deseos fútiles y concentráramos nuestras energías en una sola cosa, nos sería mucho más fácil lograr lo que queremos, ya que el deseo es una poderosa fuerza atractiva que actúa tal como un imán que atrajera hasta nosotros lo que queremos.
El deseo es una de las fuerzas que mantienen al ser humano atado a la materia, ya que éste es esclavo de sus propios deseos. A fin de liberarse de estás ataduras, debe
 educarse a sí mismo para concebir solamente deseos de elevado orden que son los que nacen del espíritu, y que, lejos de esclavizar, liberan y elevan.  

extraído de John Baines ·Los brujos hablan


He leido estos conceptos a lo largo de varios años y ahora queriendo ver la respuesta a
esa pregunta cual es la diferencia entre Espíritu, Alma, Mente
volví a reencontrarme con el libro que me volvió a dar esa respuesta.

el concepto de Espíritu y Alma y luego Mente lo leí en un capítulo del libro:
Metafisica IX quien es y quien fue el conde San Germain cs ediciones,
John Baines ·Los brujos hablan y eso me llevó a buscar esta info gracias
al Ser que todo lo encuentra